La era del blog irrumpe contra la globalización
El ciudadano K. , Juan Carlos Ramiro Quiroga, poeta y ensayista, es gran impulsor de las nuevas tecnologías. Aquí un ensayo presentado por el Ciudadano K. en ocasión del encuentro de "Blog: lenguaje y escenario", en octubre de 2006:
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- El blog es la herramienta revolucionaria por excelencia porque va contra el canon de la masificación.
- Como ninguna otra, el blog ha trastocado el eje de la autoridad oficial en el mundo.
- Y, por primera vez, en la historia el “webciudadano” común tiene voz y voto. Habla en nombre de su libertad y de su pasión.
1. Si la década de los años 90 fue la era de la Internet, la década de los 2000 es indudablemente la era del weblog, los diarios o bitácoras personales que irrumpen como “anticuerpos” en la autopista de la información. Ningún medio de comunicación ha crecido tanto ni ha sido más democrático y plural como lo ha sido el weblog en los últimos cinco años, porque ha revitalizado las diferencias lingüísticas del ser humano, es decir, lo ha puesto en incidencia contra la globalización. La blogosfera es multilingüe y, profundamente, librepensadora.
2. David Sifry, el hombre que en 2003 años fundó Technorati, un buscador sólo para los blogs estadounidenses, aseguró a El País, el 1º de junio de 2006, que le había sorprendido el interés que hay por los blog del idioma en que se escribe. Según Google, dijo Sifry, el primer idioma de Internet es el inglés; según Technorati es el japonés, con el 37% de los blogs, frente al 31% del inglés y el 17% del chino.
3. El comentario de Sifry fue totalmente revelador para la diferencia esencial y comunicativa que edifica el blog en el mundo: “La vida profesional, la de las Web, que es lo que busca Google, está en inglés, pero la vida personal, que es la de los blog, se escribe en la lengua materna”, dijo.
4. No obstante, en marzo 2006, en la segunda parte del “Estado de la Blogosfera”, tres meses antes de la entrevista a El País, Sifry ofreció una distribución más apreciada de los blog por lenguas que modificaba en dos porcentajes la cifra del chino y arrojaba datos alarmantes sobre el paupérrimo uso en otros idiomas como el español o el portugués.
5. Para saber, según ese informe de la blogosfera, el japonés representa el 37% de los escritos; el inglés el 31%; el chino 15% mientras el español, portugués, italiano, francés, holandés, alemán, ruso y otros, sólo el 17%.
6. ¿Ese 17 por ciento cuánto significa en números reales para el idioma español? El 12 de octubre de 2006, José A. del Moral se preguntó desde su blog Alianzo: ¿Cuántos blog hay en España? “En España hay aproximadamente 1,45 millones de bloggers”, dijo en base a dos datos que ilustró en su post.
7. El primer dato se recoge de la Audiencia de Internet de abril/mayo 2006 elaborada por el EGM, donde se asegura que el total de internautas españoles que usa la Red al menos una vez al mes, ronda los 14 millones, aunque los que se conecten todos los días sólo son 8 millones.
8. Según NetObserver Europe de junio de 2006, el 17,9% de los internautas españoles han creado alguna vez un blog. “Por tanto, tenemos casi un blogger por cada 5 internautas o, dicho de otra forma, 1,5 millones de bloggers (que no de blogs). Si tuviéramos en cuenta el número total de usuarios de la Red, el número de bloggers se elevaría hasta los 2,5 millones”, aclara A. del Moral.
9. Estos datos concuerdan, por cierto, con los que aporta Microsoft. Según la multinacional, en España hay tres millones de blogs en MSN Spaces.
10. En los Estados Unidos hay indexados cerca de 50 millones de blog si vamos a creer a Technorati mientras no hay un número real para los blog de América latina. La brecha digital de esta reciente herramienta de comunicación entre ambas regiones es gigantesca. Podemos decir que no habemos blog en América Latina y en Bolivia menos.
11. “Al parecer, en Sudamérica estamos muy lejos del millón de usuarios de bitácoras. Brasil encabeza la lista, con cerca de 45.000 blog. En Perú aún no llegamos a 5 mil y en Bolivia quizás no lleguen a los 2 mil”, apuntó el peruano Dennis David en su blog Psicosociales, el pasado 5 de septiembre de 2006.
12. El 20 de septiembre de 2006, desde el blog Revolución a la venezolana, la bloguera Rosa Raydan manifestó que su país posee poco más de 3 mil blog, según medición del directorio de bitácoras Veneblogs. Sumando las cifras de los cuatro países, habemos 55 mil blog en América Latina. Pero, ¿cuántos blog hay en Argentina? Sólo hay cifras generales.
13. En Argentina empezaron (como en España) los blog en el 2001. A finales de 2001 y comienzo de 2002 se creó una comunidad de blog en español. Desde el Blogs La Conversación, Eduardo Arcos, director de Hipertextual y autor de Alt1040, consideró el 19 de octubre que la blogosfera latinoamericana está en un punto diferente al que la mayoría de la gente cree.
14. “Creo que en Latinoamérica hay una masa muy grande con ganas de expresarse. Unos 2 millones de Latinoamericanos están metidos en MySpace. Tan sólo el 10% son activos”, asegura Arcos. Entonces existirían 3,45 millones de blog en español que alcanzaría a un modesto 3 por ciento.
Los blog muertos e inactivos
15. Sifry, de Technorati, asegura que hay cerca de 50 millones de blog y sostiene que cada segundo que pasa nace un blog. Cada día, 175.000; cada seis meses se duplica la población de la blogosfera, que es hoy 60 veces más grande que hace tres años.
16. Desde el sitio Tecnorantes.com se asegura, en contra, que no hay que tomar como un dogma de fe el estado de la blogosfera de Sifry, bajo el argumento de que es casi imposible calcular el tamaño real de la blogosfera o “estupidosfera” como algunos internautas le llaman.
17. En efecto, lo primero que hay que tener en cuenta es que los 50 millones de blogs de los que habla Sifry son solamente los que indexa su empresa Technorati. Por tanto, llamar blogosfera sólo a lo que Technorati indexa parece algo totalmente cuestionable, porque a la hora de sumar blog “es fácil que haya 3 ó 4 veces más que esa cantidad”.
18. Según la anotación del 11 de Agosto de 2006 de Tecnorantes.com, se observa que Spaces tiene 15 millones, Blogger más de 14, Xanga 40 millones, Cyworld 11, Six Apart (Mt y Typepad) sobre 10, más otros 15 millones de diferentes plataformas en Korea, otro tanto en Japón, incluidos los de Myspace, Wordpress.com y todos los que están con hostings privados, “nos podemos ir fácilmente a 150 ó 200 millones de blog.”
19. Pero si de precisión de la blogosfera se trata hay que restar los blog muertos, es decir, las bitácoras inactivas, los splogs y demás basurilla. Es posible entonces que no haya más de 10 millones activos en el mundo y, seguramente: no hay 50 millones de blog en el mundo.
20. En realidad una cosa es cierta, hay millones de blogs muertos. De cada 175.000 blog que dice Sifry que se crean al día, es evidente que un gran porcentaje de los mismos son abandonados en días/semanas, debido a diferentes razones y eventualidades de los blogueros.
21. La verdad es que todo esto cuadra con el otro número que anuncia Sifry en la entrevista realizada por El País, donde realmente acierta con el verdadero tamaño de la blogosfera de Technorati y no del mundo: “Hay 19,4 millones de blogger que se siguen actualizando tres meses después de su creación. Es el 55%, cinco puntos más que hace seis meses. Casi cuatro millones activan sus diarios al menos semanalmente. Cada segundo se introducen 2,5 informaciones, el doble que hace un año. El blogger es cada día más activo.”
22. Google pertenece a un Internet antiguo y Blogger a uno en plena actuación y ejecución. Ahora, además de leer, la gente escribe, habla y filma. La libertad y la pasión toman la palabra. A tal punto que la blogosfera en vez de hablar sólo inglés, habla ya chino o habla ya japonés. Una cosa es cierta, en la blogosfera no se habla en la lengua global, sino en la lengua materna.
23. A partir de esa percepción, Angel Cortés aseguró, el 8 de mayo de 2006, en una nota en ABC.es, que el Internet está viviendo una de las grandes revoluciones. “China y Japón, no sólo lideran el tiempo dedicado a permanecer en línea sino que además están a punto de convertirse en los protagonistas de la blogosfera”, manifestó.
24. Según los últimos datos ofrecidos por Technorati, anotó Cortés, el 37% de todos los post publicados durante el pasado mes de marzo de 2006 estaban escritos en japonés mientras que los redactados en chino mandarín ya representaban el 15% del conjunto. El inglés sigue manteniendo un lugar prominente entre los idiomas más usados. Ocupa la segunda posición con un 31% de los posts aunque ha perdido en un año un 13% (el 44% en abril de 2005).
25. Frente a esos datos, Sifry aseguró que era una muestra evidente del fuerte crecimiento que ha tenido la blogosfera en un marco global. Más sorpresas le esperan a Sifry si se confirman las previsiones sobre el empuje de la blogosfera en el inmenso país asiático que ha realizado una universidad china. Según el estudio, China tendría al finalizar este año 60 millones de weblogs, es decir, casi el doble de los weblogs existentes en todo el mundo.
26. China cuenta con unos 110 millones de usuarios y es el segundo país del mundo en penetración de Internet tras los EEUU. Se calculan que en el país existen en la actualidad unos 36,82 millones de weblogs (el mismo número que los recopilados por Technorati) mantenidos por una comunidad muy activa de 16 millones de bloguer.
27. Cortés precisa que solamente el 9% de estos blog actualizan sus contenidos todos los días, el 29 por ciento escribe de una a tres veces por semana mientras el 35 por ciento lo hace de cuatro a seis veces a la semana.
28. El mayor portal de weblogs de China, Bokee explica que diariamente dan de alta unos 100.000 weblog y que la tendencia detectada es que uno de cada dos usuarios desea disponer de su propia bitácora.
29. Un estudio de la universidad Tsinghua prevé que al finalizar este año, el número de weblogs podría alcanzar los 60 millones durante este año y los 100 millones en el 2007.
30. Zhang Xiaorong, director de desarrollo de estrategia de Bokee, dijo que los 60 millones de bloggers que se prevén representarán a más de la mitad de los 110 millones de 'webciudadanos' (usuarios de Internet) de China.
Una fiebre que ha de pasar
31. Lo que fue la fiebre del oro en la lejana California, lo es ahora la fiebre blog para millares de usuarios en el mundo. Todos buscan (la mayoría gente joven) las pepitas de oro que hay en los riachuelos espejeantes que proporciona el weblog no para volverse ricos de la noche a la mañana, sino para apoderarse de las riquezas de la conciencia como son la libertad y la opinión.
32. Con el lanzamiento de Blogger.com en la autopista de la información en el año 1999, no solamente ha nacido un nuevo lenguaje sofisticado y su terminología especializada, sino que un nuevo eje de interactividad ha rodeado a la Internet y la ha trastocado en su médula que apuntaba y apostaba a un solo lenguaje, el inglés.
33. En otras palabras, los espectadores o los usuarios, los que siempre estaban en silencio como meros receptores al otro lado de la orilla, no solamente han tomado la palabra sino que han provocado el gran soliloquio o el gran diálogo crítico por excelencia. La Torre de Babel se ordena a través de la interactividad y la interactividad es el don más preciado en una herramienta de comunicación como es el weblog.
34. No se trata de falta de autoridad o de faltas a la autoridad. Se trata de recuperar un ámbito que siempre ha estado ceñido o regido por la autoridad. Ese ámbito ocupado antes por las masas silentes e ignaras, ahora están ocupadas por el sujeto pensante: el individuo, la persona, la voz que habla a nombre de sí mismo.
35. En 2003, Salam Pax, seudónimo de un blogger iraquí, le permitió a millones de internautas seguir, en tiempo real desde la ciudad de Bagdad, el avance de las tropas estadounidenses. La blogosfera, entonces, generaba polémica: ¿Estados Unidos tenía razón o no de entrar en guerra, se trataba de una invasión o de una liberación? Y la atención se focalizaba en el blogger iraquí, no sólo porque escribía en inglés, y con verdadero talento, sino también porque prácticamente no había otros bloggers iraquíes.
36. Entre fines de 2005 y principios de 2006, los blogueros de París fueron fundamentales para que los movimientos juveniles de resistencia (generaciones francesas con sangre argelina contra la política exclusivista de Chirac) lograran sus propósitos de ser tomados en cuenta o incluidos en los planes y proyectos de trabajo del Estado francés.
37. En julio de 2006, mientras las fuerzas militares de Israel invadían, cercaban y bombardeaban las principales ciudades del Líbano, millares de blogueros de ambos frentes utilizaban sus bitácoras para lo más humano: dialogar en paz y en amistad.
38. El periodista Jean-Marc Manach de Le Monde, en la traducción de Claudia Martínez para Clarín digital, comentó que en el fuego cruzado entre ambos países del Medio Oriente, más allá de las diatribas ideológicas y de las reacciones normales en estas situaciones extremas, comenzó a generarse un verdadero diálogo “civilizado” entre los internautas israelíes y libaneses.
39. “Haciendo poco caso de sus divergencias políticas, sacan provecho del costado humano, para no decir íntimo, de los blog, para embarcarse en una conversación que ningún medio tradicional podría permitir”, comentó Jean-Marc Manach.
El ciudadano K.
Literatura y blogs: no pidamos demasiado
Por ser un tema de permanente actualidad, intentaré seguir publicando las ponencias del encuentro sucedido en 2006, en esta oportunidad la ponencia del chileno Patricio Jara:Aunque no estoy autorizado a escribir en primera persona (soy de los muchos pero silenciosos que creen que sólo Hemingway, en narrativa, y sólo Kapuscinski, en periodismo, tienen la autoridad para hacerlo), me tomo la licencia para balbucear unas cuantas cosas a modo personal sobre la literatura y los blogs, o sobre la escritura y los blogs o, más bien, sobre los cables, enchufes y transformadores que hay debajo de la mesa de quien tiene un computador con Internet.
Una advertencia: no tengo blog y les mentiría si digo que me muero de ganas por tener uno. De las muchas razones, sólo una o dos: trabajo escribiendo reportajes y leyendo novelas sin título y sin autor todo el día, por lo tanto, no me queda tiempo ni energía, lo que es una manera muy diplomática de esquivar el asunto y decir que soy una maldita rata que sólo escribe por dinero.
Dos preguntas que me paran los pelos responder:
¿Más nos gusta escribir o más nos gusta que nos lean? ¿Es tan bueno escribir con la certeza absoluta de que seremos leídos? Pienso en mi buen amigo Federico Andahazi y le creo cuando dice que siempre, siempre, ha comenzado sus novelas como si fuera un autor inédito, como alguien parado frente al precipicio.
Aceptar esta invitación me llenó de preguntas y de cuestionamientos. Por eso, una noche, le pregunté a mi mujer en la oscuridad del dormitorio: ¿Por qué yo no tengo un blog? A lo que ella respondió cuatro cosas:
1) Porque no tienes tantas ideas geniales todos los días.
2) Porque corriges mucho y nunca estarías conforme. En el blog siempre aparece tu mejor versión.
3) Porque las cosas que les debes decir a tus amigos se las dices en el camarín cuando juegas fútbol. Y como juegas fútbol tres veces a la semana, entonces ya le has dicho todo.
4) Porque aún crees en los libros y en el papel. Y porque cuando mandas correos electrónicos siempre son de dos líneas. Además, nunca has querido aprender a usar el chat. A ti te gusta hablar con tus amigos cara a cara y tomando cerveza… y ahora, duérmete.
Una idea tan breve como obvia: para escribir, se supone que alguien tiene algo que decir; y para hacerlo en un blog, suponemos que aquello es interesante; o al menos urgente, y esa urgencia está supeditada a que no hay otro lugar posible dónde decirlo que no sea este recurso virtual y gratuito. Es una opción y una propuesta; un derecho y una necesidad. Un lugar para escribir aquello que tal vez no sería publicado en ninguna parte; un lado B del single promocional; la canción que quedó fuera del disco no por mala, sino porque no hay más espacio; un sitio para las versiones completas de textos que chocaron con los rigores de la aduana editorial de revistas y periódicos; una segunda oportunidad para esos relatos que nadie quiso publicar o para aquellos relatos que no queremos que publique nadie salvo nosotros.
Por eso los blogs son un medio alternativo en el sentido más amplio del término. No sé si un espacio de resistencia, pero un espacio al fin y al cabo. Está, existe y por eso estamos aquí. Pienso en el blog llamado el medio blog, un blog que se comporta como periódico, con la rigurosidad del periodismo, con fuentes, con reporteo. Está a cargo de la periodista Angélica Bulnes y es leído y comentado. No hay vida privada, hay noticias, ideas, reflexiones.
Pero insisto: para escribir un blog hay que tener algo que decir. ¿A quién? No tengo idea. Sólo puedo intuirlo. A menos que haya una avalancha de respuestas. Pienso, entonces, en la joven chilena Francisca Solar, que hace un tiempo, y con poco más de 20 años, escribió en su blog una nueva entrega de Harry Potter llamada Harry Potter y el ocaso de los elfos. Una llamada fan fiction de 756 páginas y 33 capítulos que generó miles de lectores y, era que no, el interés editorial, pero no precisamente por esa versión apócrifa, sino por la cantidad de público cautivo. La historia acaba de terminar: la chica firmó un contrato para publicar, como libro, en papel, una saga que comienza con la novela La séptima M, muy en la línea de Los expedientes secretos X y que causó el interés de muchos en la pasada feria del libro de Frankfurt. La joven autora pasó del texto en pantalla al texto en papel. ¿Lo consiguió? ¿Fracasó? ¿Lo que comenzó como una fiesta terminó en tragedia? Quién sabe.
Me gusta pensar en la literatura como una sola cosa; grande o pequeña, del porte de una catedral o de un iglú; da lo mismo. Pienso en una sola literatura capaz de valerse de múltiples formas para lograr su objetivo. No creo en la literatura de blogs como algo distinto ni menos en la literatura confinada a los blogs como de clase B y en una suerte de potrero o, como decimos en Chile, al peoresná, al peor es mascar lauchas.
Me gusta pensar que para muchos los blogs son una suerte de divisiones juveniles de un club de fútbol profesional, el semillero, lo que da minutos en cancha antes de debutar en el primer equipo. Los blogs como camarín, como el lugar para aprender lo que no se aprende de otro modo que jugando; en este caso, escribiendo con la certeza de que será publicado. Un enorme taller literario personal en donde mostramos y esperamos respuesta, alguna reacción, un par de líneas que nos saquen la duda, si es que hay alguien al otro lado de la alambrada. Supongo, entonces, que parte del éxito de un blogger y su blog está en ese mensaje de alguien a quien no conocemos que de pronto ha reaccionado ante nuestro texto y nos escribe para felicitarnos o para putearnos, pero nos ha escrito, ha seguido el hilo. La literatura, la escritura, nos parece entonces, ha logrado su objetivo.
Si los blogs se han multiplicado en el último tiempo es también porque hay más gente dispuesta a leer, lo que echa por tierra las quejas de algunos intelectuales de nuestro continente sobre el desinterés y la extinción de los lectores.
Y así como me gusta pensar que los blogs son una suerte de semillero instantáneo de pequeños o grandes textos, como un laboratorio de pruebas; no me gusta pensar en un blog no leído, en un blog abandonado que no visita nadie, en un blog que se muere de pena. Aquello me llena de pavor. Pero así es la selva y la literatura. Llena de peligros y también de oportunidades.
Escribir en un blog es escribir en voz alta. Es el saludable juego del todo vale. Y está bien que todo valga. Es, como se ha dicho, una oportunidad y un derecho, tanto para hablar de bitácoras personales y domésticas, como para hacer novelas por entrega o ejercer un periodismo suelto, callejero, autónomo. Textos de consumo instantáneo, de combustión espontánea. Como bombas molotov que marcan su trazo de fuego en el asfalto y luego desaparecen.
Patricio JaraSantiago de Chile, octubre de 2006
Preferencias de lectora nerd
En línea desde el Encuentro, la ponecia de Giovanna Rivero:
Me resisto –o pienso que me resisto- a crearme un blog. Es un último gesto de privacidad, como el acto instintivo de cubrirse los ojos para que la luz no golpee la retina. No toleraría, me digo, el contacto permanente, cotidiano, con los potenciales lectores de mi blog. Quizás se trate de una sociopatía, fobia a la vida mediática. Tampoco toleraría entrar a mi blog y descubrir que nadie lo ha visitado, que ningún alienígena de la blogósfera se ha interesado por explorar mi mundo. Habitada por egos esta colonia virtual, la negativa de otros egos a interactuar con el mío, sería un knock out; un exilio contundente. Hoy más que nunca valoro la intimidad, y ni siquiera una identidad alternativa me garantizaría la posibilidad de esa isla. Sin embargo, no es sólo el miedo infantil el que me detiene, o el temor a estar achicharrando mis retinas de forma irremediable o alimentar con radiaciones incomprensibles algún tumor cerebral (me encanta el drama), sino algunos factores que intentaré comentar con la mayor claridad posible.
Me gusta leer blogs. Leerlos, no participar, enviar comentarios o ponerme temperamental. Me gusta leerlos a modo de libro de bolsillo, ya que –como todos sabemos- siempre es posible camuflar el trabajo de oficina, con el que uno se gana el sustento, con una lectura distinta, algo que haga más llevaderas las exigencias domésticas de la ofi, una ventana siempre abierta a otras dimensiones. Y, como sucede con un libro de bolsillo, también siempre es posible ocultar de inmediato esa ventana si la presencia de alguien se refleja en la pantalla, sobre tus omóplatos. Los blogs que prefiero no son self-literarios, sino sobre literatura. El blogger no publica poesía o cuento, tampoco adelantos de novelas, de su autoría, pero sí comparte sus opiniones y análisis, ensayos, artículos, reseñas, fragmentos y entrevistas sobre cuentos, poesías y novelas que prefiere. Por lo tanto, cuando leo estos blogs inevitablemente comienzo a conocer el alma del blogger, ya que cuando habla de lo que le gusta, está hablando de sí mismo, del escritor que quiere llegar a ser, del escritor que teme no poder llegar a ser. Este juego de ocultamientos y revelaciones ejerce sobre mí una fascinación incurable. Prefiero un millón de veces hacer yo el trabajo de la inferencia que asquearme de inmediato con esa ráfaga de halitosis proveniente de la literatura del blogger en cuestión. Cuando uno visita una librería, puede aún mantenerse a salvo de la estridencia de un libro. Abrirlo y golpearse la cara con las primeras líneas es una mezcla de decisión e intuición y se ubica absolutamente en el terreno de la responsabilidad personal; mas, con el blog hay siempre un paso menos, casi una invasión. Un click y ya estás en la zona de secretos de alguien más, leyendo sus poemas de amor, sus cuentos barrocos, el intento de una novela policial. Puedes cerrarlo, claro, y hacer como si nada haya pasado, igual que la adolescente que ha visto un exhibicionista en el ascensor y ha cambiado de piso de inmediato, pestañeando a altas velocidades para superar la visión. Puedes cerrarlo, cómo no, pero tu pureza de lector ya ha sido contaminada. En mi opinión, el lector debe trabajar duro para llegar a ser un gran lector y, en ese camino, las malas lecturas (la amenaza de ellas, la sobreexposición a ellas) sólo pueden derivar en malos resultados. Es preferible otro millón de veces un blog-“querido diario” a un blog que nos dice que es literatura. En ese decir tal vez se explique mi resistencia. La abierta intención del blogger de que el visitante acepte sin más como literatura lo suyo, como buena literatura, como literatura erróneamente rechazada por las editoriales, los suplementos, los periódicos, las antologías, como literatura por fin reivindicada, eso me parece una falacia, una impostura a la que hay que estar atentos. El estado sentimental del bloggero y su idea de que honestidad es impulso y pasión es propulsión y la expresión de todo eso literatura, lo lastima, lo perjudica, en el caso de que ese bloggero realmente tenga madera de escritor. Quizás se esté jodiendo el futuro. Quizás sea bueno joderse el futuro. No es mi intención ser torpe o soberbia, menos en un encuentro que ha elegido la temática blog y literatura, no es mi intención ser aguafiestas ni apocalíptica, pero prefiero ser todo eso y exigir, como lectora, lo mejor que pueda ofrecerme un soporte que pretende difundir literatura (del propio autor) y, por tanto, que aspira a ser y hacer arte.
Justo acá, me parece, debo hacer un link con otra falacia. Veamos si puedo: una de las principales ventajas que se atribuye al blog de escritores que no han publicado libros (y que se consideran escritores y consideran que lo que publican en su blog es literatura) es precisamente ésa: es una alternativa al libro. Hasta ahí vamos bien. Pero casi de inmediato surge toda una ideología en torno a esto. Con más frecuencia de la soportable, se asume el blog como el soporte que le dará una lección al libro, a lo que el libro también significa, es decir, toda una industria editorial, un circuito de producción, un mercado, un precio, un pensamiento lineal, rancio, secular, unos lectores que gastan dinero en librerías y se inscriben en clubes de sótano, herméticos, elitistas, casi fascistas. Y mientras el libro es producto de todo eso, casi un ghetto, el blog es proceso, democracia, comunidad, es juventud extrema, velocidad, cero impuestos, vértigo, textos con música, música con textos, texto inacabado, infinito, siempre actual, y todo a un costo mínimo para el lector. Está bien que se aproveche la emergencia del blog para criticar ciertas perversiones de las grandes editoriales, tan poderosas como las transnacionales petroleras, está bien. Pero la falacia, o mejor, la inadecuación fundamental es confundir ese plus, ese beneficio secundario, con los verdaderos alcances de un texto en el blog, o sea, con lo que a un buen blog debería importarle. Yo, por supuesto, no conozco cuáles son los verdaderos alcances de un texto literario en el blog (anyway, me hubiera sido difícil, por otro medio, saber de la existencia de la genial Gabriela Wiener y refugiarme en esas joyas literarias que ella llama reportajes del Nuevo Periodismo: “Yo fui una freak pero me operé”, “Swingerlandia: dame el tuyo y toma el mío”, “Un esposo y seis esposas y todos felices”, “Metapornosis” y otras crónicas de gran factura). En fin, decía, no sé si los editores se sentirán realmente dolidos cuando leen un texto que ellos pudieron haber publicado en formato libro; no sé si se sienten abofeteados cuando otro más, un escritor que se supone que sólo debe escribir, ahora también hace sus propias ediciones, sin someterse a comités de editores y correctores de estilo ni nada que establezca un mediato entre su obra y el lector, no sé si los bloggeros toman la opción de publicar su producción literaria porque han renunciado sincera, auténticamente, a la idea del libro, no sé si la preocupación por el medio y su mediúnnidad no nos distrae de lo verdaderamente importante: el texto. No sé si todo, es al fin, sólo una gran distracción. Yo ni siquiera soy una blogger, pero practico el bookcrossing (sí, también se parece a una fiesta swinger, pero en este caso sólo hay fantasía) con lectores de libros y estoy segura que la bipolarización no debe ser Blog vs. Libro, ni siquiera Blog vs. Editores poderosos, y hasta dudo de las conjunciones (Blog y Literatura), porque todos esos conectores sintácticos sólo nos advierten de la insuperable, ontológica distancia de cualquier juego de palabras. Blog, por ahora, no es literatura. Cuando se dice “novela” se dice literatura, cuando se dice “cuento” se dice literatura, cuando se dice “poema” se dice literatura, pero todavía el tecnema blog no significa literatura. El blog necesitará significar una forma, una única forma, un lenguaje que no imite las intenciones comunicativas de ninguno de los géneros para poder erigirse como otro género literario. Conseguir esa forma requiere de sus cultores lo mismo que requiere de un escritor que publica libros: buenas lecturas, aun mejores relecturas, trabajo de corrección, reposo del texto, autocrítica y jerarquización.
En relación a esos requerimientos, creo que la naturaleza instantánea del blog no alienta demasiado la actitud proclive a la corrección, la reflexión, el reposo. La tentación de lo inmediato está allí, táctil, a un click de distancia. La esencial angustia-ansiedad del escritor por publicar encuentra en el blog un alivio; el peligro es que este alivio sea momentáneo y termine por agotar al blogger, y una mañana, un jueves, decida que está bien por ahora. Que es tiempo de hacer silencio, que ha abordado, no siempre hasta conseguir sus más intensas profundidades, todas las obsesiones que lo atormentaban y que ahora puede llamar su “etapa de blogger” a la suma de aquellos textos compartidos generosamente con lectores de todo tipo: cultos, malcriados, interesantes, previsibles, accidentales, robados de otros blogs, nerds y quisquillosos.
Evidentemente, hay blogs magníficos, a los que uno llegará a amar como se ama a un buen amigo. El movimiento contrario de un espacio virtual que no discrimina nada es la jerarquización; y son precisamente los lectores, los bloggeros con sus ecosistemas de referencias, los que terminan jerarquizando y discerniendo entre los buenos y los malos blogs, de eso podemos estar seguros. Los bloggers que más bien hacen a ese mundo paralelo que es la “vida conectada” son los que postean no para reducir su ansiedad de publicar o colonizar vastos mercados, no para sumarse a las hordas de gente espontánea que bajo la utopía de la espontaneidad publica lo que sea, haciendo del lector un tacho de basura, no para decir que se han adherido sin pérdida de tiempo al último grito de la tecnología, sino para generar pensamiento. Postean para ayudarse a pensar. Postean con la esperanza de encontrar lectores inteligentes con los cuales la tarea de pensar sea más feliz. En ambos casos –literatura y blog- está de base, por supuesto, la necesidad de expresarse. Tener algo que decir, una versión de lo que consideramos verdad, es lo que explica también la literatura. Pero el arribo a esa mirada personal de la vida precisa de un tiempo, macerar las ideas, renunciar a las ideas, volver a las ideas, y recién intentar la expresión. Creo que el blog puede representar un peligro para esa tarea de pensar. Creo que a menudo el blog se apresura en publicar sentimientos antes que ideas, y de ese modo apunta a ser un soporte sentimental soft. El cine, por ejemplo, se enfrenta permanentemente a la tentación de lo sentimental. La posibilidad de construir un relato visual con música o con una voz en off, aparte de inscribirse en la patria de la narración, activa en el lector el mecanismo de la evocación, o sea, de lo sentimental. Si esa sentimentalidad es sólo estética, cosmética, caliente, está destinada al olvido. Y no me refiero al olvido como castigo, sino a que la memoria no podrá registrarla como un significado vital, un sentido, una composición que consiguió traducir lo que el común cinéfilo quizás no podría. Los cineastas trabajan, entonces, la mirada –hecha, claro está, de una gramática de la imagen, de un orden, de una específica retórica de la imagen- para que su película constituya una pequeña verdad y no sólo un álbum sentimental. El blog puede imitar el comportamiento del cine, por supuesto, y hacerlo bien, ya que podría desplegar herramientas parecidas: un correlato sonoro, una imagen en movimiento, un guión, unos acontecimientos, unos subtítulos a manera de apostillas, una postal de paisaje si se quiere, y apuntar hacia la revelación de esa mirada particular, y entonces, ¿podríamos decir que acabamos de ver un clip, un corto, una peli? ¿Podríamos decir que acabamos de ver un blog?
Y así como literatura y cine nunca se opusieron, y antes tampoco lo hicieron teatro y literatura, sino que entre ambos pares de lenguajes construyeron una ficción compartida (las buenas películas nos enseñan a escribir mejor y el cine es primero una inteligibilidad hecha de escritura -el guión- y todo eso un ecosistema narrativo perfecto, creciente, evolutivo, mutante), esto mismo sucede o podría suceder con el blog. Los lectores nerds podríamos beneficiarnos con una novela por entregas y, no conformes con las decisiones de su creador, podríamos desviar destinos de los personajes, manipular causas y proponer otras consecuencias, todo ello imitando el estilo, tono, intentando ver las cosas desde los ojos del escritor. El juego de la imitación podría encontrar en el blog un terreno fértil, quizás más adecuado que en un taller presencial de escritura, y de ese modo beneficiarnos con una didáctica inherente al soporte blog. El ejercicio de la imitación, de la imitación fiel, podría ser uno de los grandes aportes del blog para la literatura (imitar como adaptarse, como mimesis, renunciando a otra tentación: la de la interpretación permanente). Me parece que, en todo caso, ése es el orden: el blog aporta a la literatura. En este ámbito, por ejemplo, en el blog
http://ellamentodeportnoy.blogspot.com, encontraremos análisis certerísimos sobre la tradición literaria norteamericana y serios intentos por comprender la estética cinematográfica japonesa. Pero no es eso lo que quiero puntualizar de este blog; me interesa hacer un acercamiento a sus tests literarios. En esta burbuja de amistad casi fanática que se ha creado en el lamentodeportnoy.blogspot.com, Alvi Singer, Septembrino y un par de participantes más, se esfuerzan por completar los tests literarios que el anfitrión les plantea. Con respuestas de múltiple opción, los bloggeros del lamentodeportnoy intentan solucionar misterios de thrillers o de predecir la acción que un personaje ejecutará, de acuerdo a su perfil psicológico. No todos los textos sobre los que versan los tests son reales, pero esto no desanima a los bloggers, ya que encuentran en el deporte de la ficción un chance para vivir otras vidas. Sólo leer las distintas variantes que la misma historia va tomando –Alvy Singer es muy dura consigo misma, maldice sus dedos muy a menudo- es un verdadero placer.
Y es que cuando uno arriba a un gran blog, la respiración se vuelve perfecta, aire por la nariz, monóxido por la boca. Todo está bien. Colocamos al blog en favoritos y nos dejamos tomar por la alegría. Pura alegría. Particularmente, durante esos viajes al interior de mis favoritos (generalmente se trata de bloggers que se saben buenos lectores, y de hecho me encantaría que el sinónimo absoluto fuera blogger=gran lector) se produce el aprendizaje. Aprendo de sus textos y del modo en que se relacionan con la opinión ajena. Un buen blogger sabe distinguir una idea brillante de entre la verborragia de los alienígenas; entonces responde y provoca, desvía y acaricia, pregunta y agradece. Y entonces, insisto, de nuevo, decir blogger debería ser lo mismo que decir “buen lector”. La responsabilidad (y la evidencia) de ser un buen lector podría ser otro de los aportes del blog a la literatura.
Sucumbir a la tentación de un medio tan masivo responde siempre a un gesto de exhibicionismo, uno quiere ser mirado, visto, leído, tocado, amado. El blogger debe consolidar esa fortaleza, seguro que sí, volcar la mirada del mundo sobre sí mismo, ungirse en ella, sumarse a la memoria acumulada y, simultáneamente, blandir airoso, indignado, un fake de individualidad. De romántico nihilismo. Este segundo movimiento implica el olvido voluntario de los otros, a pesar de su omnipresencia. Como estar desnudo en medio de la calle y no haberse enterado o no querer enterarse. Y, además, gozar de estar desnudo, creyendo que se está en privado.
Cierro mis reflexiones de lectora nerd con esta idea del pintor alemán Paul Klee (que tomé de un libro de Regis Debray): “Es necesario que exista un terreno común al artista y al profano, un punto de encuentro donde el artista no aparezca ya, fatalmente, como un caso marginal, sino como tu semejante, lanzado, sin haber consultado, a un mundo multiforme y como tú obligado a salir adelante bien o mal”.
El blog del Averno
A continuación la ponencia de Homero Carvalho. En línea desde el Encuentro:
No sé si era Jaime Sáenz quien decía que perderse en las ciudades no era tarea fácil, que había que saber hacerlo. Perderse pues en la ciudad de La Paz no es fácil, porque basta que uno descienda por cualquiera de sus empinadas calles para llegar al centro, al Prado y de allí a cualquier parte.
Existen, sin embargo, lugares, en la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, donde la orientación del descenso no nos sirve para nada, porque sus bajadas no conducen a ninguna parte. Esos lugares son los callejones que entrecruzan algunos barrios paceños.
En el barrio de San Pedro existió un callejón conocido por iniciados en los ritos del alcohol, las palabras, las malas noches y las delirantes madrugadas. Caracoles se llamaba el extraño callejón al que, solamente, se podía acceder entrando por la Plaza Belzu. Pretencioso nombre para algo que era un patio empedrado en homenaje a un Presidente populista que muchos paceños consideran un santo. De la placita subiendo hacia la calle Murillo, apellido del célebre prócer que dejó una Tea encendida, pero que nunca dijo donde la ocultó, se encontraba el ingreso al callejón. En algún lugar entre las viejas casonas de adobe se abría un espacio de apenas un metro de ancho, por el que escurría un nauseabundo líquido que podía pensarse provenía de las aguas servidas de las casas sombrías del propio callejón. Había que subir sorteando el líquido para no mojarse los zapatos, la subida todavía era conciente de la bajada nadie se acordaba.
Ubicar el callejón no era sencillo, pues si uno no estaba convenientemente borracho este no aparecía ante nuestros ojos, mientras más sobrios menos posibilidades de encontrarlo había. En cambio si llegábamos a la zona con unas copitas de más y con los ojos vidriosos, parecía que una brújula interior se hubiera activado y como si un piloto automático nos guiara penetrábamos en el hasta llegar a una bifurcación, en cuyo pico de plancha sobrevivía una casucha ladeada pintada de un rojo espantoso. El vetusto edificio parecía que podía caerse en cualquier momento, cosa que como buenos e irresponsables borrachos no nos importaba y que, gracias a Baco, no sucedió mientras estuvimos en su interior. Adentro de la casa un enorme diablo recibía a los visitantes y un viejo con cara de sapo servía unos brebajes humeantes conocidos como “quemapechos”. El que iba por primera y no sabía de qué se trataba corría el riesgo de quemarse la lengua, la tráquea y el alma misma.
El callejón Caracoles y el bar Averno desaparecieron de la faz de la tierra, violentamente borrados del mapa urbano por los vientos cosmopolitas y en su lugar está el vacío del asfalto. El bar era el pretexto para hablar de literatura, intercambiar libros, leer cuentos y poemas, hablar mal de otros escritores y emborracharnos hasta que las velas no ardiesen en homenaje a Arturo Borda o al Conde Lautremont.
Hoy, creo que íbamos hasta allá para sentirnos malditos, para estar juntos a los despreciados, junto a las escorias de la sociedad, delincuentes, prostitutas, pintores, poetas y otra gente peor. El ambiente nos hacía sentir vivos y las palabras cobraban nuevos bríos entre nosotros llegando a acaloradas discusiones que muchas veces terminaban, como debe ser, en ridículas peleas de poetas beodos.
En el Bar Averno se armaban revistas de literatura, se corregían libros, se declamaban poemas inéditos, se ilusionaba con premios y viajes. La palabra era la vida y la vida era marginal para nosotros conspicuos conversadores. Después del Averno no fue fácil encontrar otro sitio donde refugiarnos porque La Paz y los tiempos estaban cambiando, años más tarde, el poeta Jorge Campero abrió Ave Sol, un nostálgico cuartito en una calle a pocos pasos de la Universidad Mayor de San Andrés. Pero nada se repite, había otro ambiente, mucho más literario y menos marginal pero igual de interesante para los amantes de las palabras. Y también fue un sitio de encuentros y desencuentros literarios.
Ahora, a veinte años de estos recuerdos, no existe ninguno de estos espacios y pareciera que estos sitios de encuentros literarios han sido reemplazados por los cafés. Que tampoco es lo mismo. Sé que hay que aprovechando la tecnología y siguiendo sus herramientas han hecho del éter un lugar de encuentro. Creo que son los jóvenes quienes más boliches etéreos han abierto para intercambiar palabras e imágenes y sé llaman “Blog”, que no se que quiere decir pero que me gusta. Sé también que se han convertido en los sitios preferidos de muchos escritores.
Me atrevo a decir que, en el siglo XX, el escenario para hablar de literatura era el bar, el Bar Averno era nuestra realidad creada para hacer literatura. En los albores del tercer milenio parece ser que el escenario es la virtualidad de la pantalla del ordenador. El “Blog” vendría a ser el espacio creado para hacer literatura. Sin embargo, en la Red como en las ciudades también hay que saberse perder y no es muy fácil hacerlo para quienes no conocemos la tecnología cibernética, y usamos la computadora como máquina de escribir, correo electrónico y buscadores de información. En, esta muy bien llamada, Red no es sencillo, para los que no conocen los sitios, encontrarse con “blogs”, a veces nos llegan noticias de alguien que ha abierto un nuevo sitio; las noticias son sencillas como si se tratará de algo común pero, en el fondo, sabemos que es extraordinario. Yo, debo confesar, que los que conozco los visité porque sus propios autores me invitaron a hacerlo, es decir me señalaron el camino.
Creo al igual que en el Bar Averno buscábamos comunicarnos entre iguales, relacionarnos entre pares, buscarnos a nosotros mismos, el “Blog” cumple esa función. Pero como todo en la vida tiene sus semejanzas y sus diferencias. Creo que el “Blog posee un carácter más personal, individual, que busca el diálogo sin la necesidad de conocer previamente al otro. En la relación virtual que establece el “Blog” podemos no saber como es el otro, sus gestos, sus maneras de hablar con el cuerpo, su forma de vestirse, sus libros con los que anda y eso nos deja con la palabra desnuda, sin ningún prejuicio que no sea lo que las palabras mismas proyectan. En el “Blog” el conversador, el contertuliano, el interlocutor, es el lector que visita el sitio. Y esto puede ser una ventaja, pero también puede ser falso, porque la realidad virtual no es la realidad real. Recordemos los matrimonios por Internet, a veces dan resultado cuando ambos se han mostrado tal cual son y, a veces como en la vida misma, terminan en el fracaso. De cualquier manera creo que es una forma válida de comunicación que nos permite relacionarnos más allá del contacto físico, creando una nueva forma de amistad: la virtual.
Y así como en el Averno y en Ave Sol había gente generosa, mezquina, inocente, eso también lo he visto en algunos de los “Blogs” que he visitado. Los de Oscar Gutiérrez, Juan Carlos Ramiro Quiroga, Miguel Lundin Peredo, Ramón Rocha Monroy y Sebastián Molina, por ejemplo, son generosos, espléndidos, me da impresión que pretenden compartir todo lo que saben. Quiero hacer una mención especial a Sebastián Molina que es una especie de evangelista del “Blog” que lleva su palabra por todas partes. Para terminar yo no abriría un “Blog” porque no tengo la destreza para manejar las herramientas de la Red, pero si me gusta visitar algunos y disfrutar de los textos y las imágenes que comparten con sus eventuales y virtuales parroquianos. Creo que en hay un punto de encuentro entre el libro y el “Blog”, y es que así como los libros buenos sólo existen para quienes los leen, los “Blogs” existen para quienes los visitan.
Lo mío seguirán siendo los cafés de la Monseñor Rivero en Santa Cruz de la Sierra, los del Prado en La Paz y ahora mismo los de la Plaza 25 de Mayo en Sucre.
Homero Carvalho Oliva
Enhorabuena: hablar del blog
EN LINEA:
Desde el Encuentro posteo el discurso con el que recibí a los escritores:
Hablar del blog, que en castellano se intenta decir bitácora, aproximarnos a su lenguaje para vislumbrar el novedoso escenario que representa, es el desafío de este Encuentro Iberoamericano de Escritores, que el Centro Simón I. Patiño Santa Cruz promueve.
El blog, esa herramienta informática que permite que cualquiera que esté conectado en la Internet pueda crear un espacio en el cual publique, cuando lo requiera, sonido o video, pero más frecuentemente imágenes y textos, que consiente que los visitantes dejen comentarios, y facilita la conexión con otros blogs, me da a conocer como persona gracias a los datos del perfil que prevé, ofreciendo, además, promocionar ese espacio en otros niveles de la red, emerge como escenario novedoso para la literatura. De ahí la importancia que ha ido tomando en escritores, críticos, lectores, y navegantes de la red en general.
¿Qué significa el hecho de poder crear mi propio blog, y a través de él publicar mis propios textos? ¿Qué la interacción con los lectores? ¿Qué la velocidad que exige, qué de su versatilidad, la manera en que modifico mis escritos, alterando permanentemente, si considero necesario, mis publicaciones, casi en tiempo real? ¿Existe una dicotomía blogs vs. editoriales? ¿Es verdaderamente necesario tener un blog? ¿Se trata de un nuevo género literario, o es más bien un modo de hacer literatura? ¿Qué puertas nos abre? He aquí algunas de las preguntas que los panelistas de este encuentro intentarán despejar.
La modernidad es algo que nos llueve, tecnológicamente todo ha mudado, y el mundo que el hombre del siglo xxi observa es uno donde ya es imposible mirar si no se lo hace desde la computadora, desde la red Internet. Estas emergencias traen consigo una serie de estímulos, pero principalmente un modo de reaccionar a esos estímulos. Nuestra mente ha comenzado a trabajar en multitarea, por un incluir un término técnico que nos quiere decir que resolvemos muchos asuntos al mismo tiempo, de manera cada vez más eficiente, pero también neurótica. Escucho el celular que trae la voz de alguien que me requiere urgentemente, los mensajes de texto de quien me ama, la alarma previamente programada que me recuerda la hora en que debo tomar mis vitaminas, mientras escribo en el correo electrónico, cartas, reviso las que me envía, borro aquellos que son span, otros que sospecho son virus, alguien en el Chat pide mis respuestas, el blog ya ha pasado su periodo de actualización y debo escribir algo en él, en el Skype un amigo de Francia, que no veo hace mucho tiempo, quiere conversar y la alarma ya está centelleando, cada vez las demandas de tareas simultáneas son mayores y más exigentes; yo, simplemente, debo responder.
Según la información de los eventos que suceden en la actualidad y de los que tengo conocimiento, este sería el primer encuentro, a nivel de escritores –e inclusive críticos y académicos- reconocidos internacionalmente, donde se trate seriamente el tema. Su reflexión es fuertemente necesaria. Y, como todos ustedes seguramente advierten, sucede en Bolivia, país con altos índices de pobreza y teóricamente con pocos recursos tecnológicos; pero el mundo actual es así, y desde cualquier lugar del planeta tenemos la posibilidad de reflexionar sobre cualquier tema, siempre que se tenga interés.
Traigo la noticia que este singular evento viene con jocundas reflexiones obtenidas desde diversos ángulos, miradas e intereses, así nos lo revelan las ponencias de los notables escritores que este acontecimiento ha reunido, voces que nos guiarán a los debates, para que se obtenga, durante estos dos días de intensas jornadas, lo que nuestras esperanzas han puesto: ir en pos de comprender el nuevo mundo que nos rodea, y ver la manera de aprovechar mejor de él, siempre, en este caso, para mejorar y dar novedad al lenguaje.
Alea jacta est. Enhorabuena.
La agenda se tiende como un apetitoso banquete
Convocados por el Centro Simón I. Patiño – Santa Cruz, escritores de diferentes latitudes se reunirán en torno a la temática “Blog: lenguaje y escenario”Los días 23 y 24 de octubre serán de gran actividad en el Centro Simón I. Patiño, ubicado en la esquina de la calle Ingavi y Suárez de Figueroa de Santa Cruz de la Sierra. En sus instalaciones, una nutrida agenda permitirá al público presente ser partícipes de heterogéneas ponencias alrededor de la temática del blog, novísima herramienta del Internet que permite la publicación autónoma y gratuita de textos, imágenes, sonido y video. La tecnología del blog (bitácora, como se está ensayando la traducción al castellano) facilita que cualquier persona esté habilitada para ser parte con su visión, su voz, sus intereses e inquietudes de la gran audiencia de la red. Esta herramienta, entonces, puede ser útil para la literatura, y en todo caso suscita la polémica que su uso provoca, transformando el quehacer literario, y recontextualizando el lenguaje.
El Encuentro Iberoamericano de Escritores Santa Cruz abarcará esta temática desde diversos puntos de vista. Así la agenda contempla la participación de Patricio Jara de Chile con “Narrativa en blog: no pidamos demasiado”, en la misma mesa participará Luisa Fernanda Síles con “Los laberintos del hipertexto”. Desde los Estados Unidos en una teleconferencia intervendrá el escritor Edmundo Paz Soldán con su ponencia “El blog como un nuevo género literario”.
Una segunda mesa está compuesta por Gonzalo Garcés de la Argentina que presentará “Esplendor y miseria del blog”, Homero Carvalho nos hablará de qué hubiese sucedido si la gente que se reunía en el bar Averno, centro literario – marginal de La Paz en la década de los ochenta, hubiese podido contar con tan interesante tecnología, “El blog del Averno”, y Claudia Peña Claros expondrá “En nuestra lengua la vida”.
Giovanna Rivero nos provocará con “El síndrome de Mr. Hyde en el blog”, Oscar Gutierrez, que maneja el blog ‘Toborochi Urbano’, explicará las facilidades de la herramienta en la educación con la charla “Literatura en la ‘U’ un toborochi en el aula”, y Juan Claudio Lechín cuestionará desde “¿Es necesario un blog?”.
Santiago Rocagliolo, el peruano reciente premio Planeta, disertará “Blog: vivir para contarla” y el humor de Ramón Rocha Moroy tendrá su énfasis a través de “Venturas de un bloguero cincuentón”.
Finalmente, mientras dos expertos del blog, el poeta y crítico Juan Carlos Ramiro Quiroga, dueño y señor del blog ‘Ciudadano K.’, de gran producción y altamente visitado, dará las puntadas de “La libertad del blog” y el joven poeta y comunicador Sebastián Molina nos hable de “Blog: la posibilidad de comunicación sin periferia”, el crítico boliviano Rubén Vargas, el escritor Luis Iñigo Madrigal, radicado en España y Pedro Lemebel de Chile han preferido mantener en reserva sus ponencias.
Las mesas serán moderadas por el escritor Gary Daher Canedo, coordinador del evento.
Ante tan excelente mesa servida, solo resta dar cuenta del banquete.
Esplendor y miseria del blog
Gonzalo Garcés nos presenta el resumen de lo que será su ponencia "Esplendor y miseria del blog" dentro de la agenda del Encuentro Iberoamericano de Escritores - Santa Cruz. Blog: lenguaje y escenario.
No es arbitrario sostener que el blog sive, sobre todo, para hacer política. No es ése su origen: los primeros blogs, como el que Justin Hall inició en 1994, equivalían a diarios íntimos. Pero se puede argumentar que el blog empezó a cambiarnos de verdad la vida cuando aparecieron los blogs políticos. Los recursos del blog apuntan naturalmente a la discusión en tiempo real, la búsqueda y la confrontación de datos. Fueron estas ventajas, junto con ingentes dosis de inconformismo y talento, las que hicieron que blogs como el de Andrew Sullivan o el DailyKos de Morkos Moulitsas Zúñiga emergieran como referentes cruciales de opinión.
Tal vez era inevitable que al amparo de este ascenso surgiera un discurso beato, que proclama la excelencia del blog en todos los ámbitos. Se argumenta el número: a cada segundo un nuevo blog es creado. Pero uso general no equivale a influencia durable. Si las bitácoras políticas revolucionaron el modo en que nos informamos y más de una vez torcieron el curso de las cosas, ¿qué logros equivalentes presenta el blog literario? La respuesta obvia sería: la democracia. En vez de pasar por el filtro de una editorial, el blogger sólo escribe y postea. La ecuánime red lo equipara al escritor más reputado. Esto es cierto en teoría, pero los blogs reales ofrecen un cuadro menos refulgente. En el tipo básico de blog “literario”, enlaces lánguidos e ironía adolescente se combinan para asegurar el tedio. Típicamente, carece de reflexiones o intentos narrativos, aunque rebosa de amagos de ambas cosas. Pero si el blogger abúlico escribe así ¿qué pasa con los lúcidos, los talentosos?
Gonzalo Garcés
Nota de prensa
Auspiciado por Patiño y en torno al Blog:En octubre se prepara inédito encuentro iberoamericano de escritoresEn el marco del Encuentro Iberoamericano de Escritores, auspiciado por el Centro Simón I. Patiño Santa Cruz, se preparan las jornadas durante las cuales se llevará a cabo este importante acontecimiento que reunirá a destacados escritores, radicados tanto en España como en nuestro Continente, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 23 y 24 de octubre.
El tema del encuentro tiene por título “Blog: lenguaje y escenario”, buscando que las jornadas debatan tan moderno asunto situándose desde el punto de vista de la literatura, con la voz de escritores y críticos reconocidos , hecho hasta el día de hoy inédito para las letras en castellano.
Una agenda nutrida permitirá que los participantes expongan sus ponencias alrededor de esta nueva herramienta de propagación, que ha irrumpido a través de las nuevas herramientas tecnológicas; de forma tal que, hoy en día, permite tanto a los autores como a lectores el manejo de novedosos escenarios. La literatura no ha escapado a ese proceso, así el blog está conquistando un espacio literario, dinamizando la difusión de textos y permitiendo que esos mismos textos recuperen respuestas inmediatas de los lectores a través de los comentarios.
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En el marco teórico de la reunión se dice “La evolución del lenguaje a partir de la computadora y la red han cambiado el lenguaje. Recursos informáticos como los hipervínculos, el caos del Chat y aquella combinación de palabras y emoticons, la inserción de la imagen, video y sonido junto al texto, que permite incrementar el modo de comunicación, son formas que alteran la producción, distribución y recepción lingüísticas. La autopublicación en el blog hace que una obra literaria se quede indefinidamente abierta y propone el diseño de la publicación como contexto forzoso de la palabra. Creando, sin embargo, límites inherentes al modo de uso, que imponen a los textos las condiciones de recepción del medio (textos cortos, cierta trivialidad inherente a la velocidad con que se revisan los textos, etc.) “
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Comunidades que empiezan a compartir un mundo referencial específico, la expansión de la escritura como medio cotidiano de comunicación. La Internet que en pocos años ha conseguido millones de personas que hacen uso de la escritura como medio de comunicación y como productores cotidianos de textos. Literatura confesional, el género epistolar, el humor como parte de la escritura, emergen ahora poderosamente por todas partes. Todos estos impulsos se combinan y disparan a la blogósfera, cientos de miles de páginas de diarios personales, literatura wanna be, novata, experimental, subterránea o sorprendente, en medio de una hojarasca que todavía no sabemos comprender ni clasificar en su totalidad. He ahí algo de lo que se tocará en estas seguramente memorables jornadas.
El peruano Santiago Roncagliolo; los chilenos Luis Iñigo Madrigal, radicado en España, Diamela Eltit y Patricio Jara; el argentino Gonzalo Garcés, los bolivianos Pedro Shimose, radicado en España, Claudia Peña, Edmundo Paz-Soldán, Giovanna Rivero, Homero Carvalho, Juan Carlos Ramiro Quiroga, Juan Claudio Lechín, Luisa Fernanda Siles, Oscar Gutiérrez, Ramón Rocha Monroy, Rubén Vargas y Sebastián Molina, serán de la partida, coordinada por el poeta, narrador y ensayista, Gary Daher Canedo.