miércoles, octubre 04, 2006

Esplendor y miseria del blog


Gonzalo Garcés nos presenta el resumen de lo que será su ponencia "Esplendor y miseria del blog" dentro de la agenda del Encuentro Iberoamericano de Escritores - Santa Cruz. Blog: lenguaje y escenario.

No es arbitrario sostener que el blog sive, sobre todo, para hacer política. No es ése su origen: los primeros blogs, como el que Justin Hall inició en 1994, equivalían a diarios íntimos. Pero se puede argumentar que el blog empezó a cambiarnos de verdad la vida cuando aparecieron los blogs políticos. Los recursos del blog apuntan naturalmente a la discusión en tiempo real, la búsqueda y la confrontación de datos. Fueron estas ventajas, junto con ingentes dosis de inconformismo y talento, las que hicieron que blogs como el de Andrew Sullivan o el DailyKos de Morkos Moulitsas Zúñiga emergieran como referentes cruciales de opinión.
Tal vez era inevitable que al amparo de este ascenso surgiera un discurso beato, que proclama la excelencia del blog en todos los ámbitos. Se argumenta el número: a cada segundo un nuevo blog es creado. Pero uso general no equivale a influencia durable. Si las bitácoras políticas revolucionaron el modo en que nos informamos y más de una vez torcieron el curso de las cosas, ¿qué logros equivalentes presenta el blog literario? La respuesta obvia sería: la democracia. En vez de pasar por el filtro de una editorial, el blogger sólo escribe y postea. La ecuánime red lo equipara al escritor más reputado. Esto es cierto en teoría, pero los blogs reales ofrecen un cuadro menos refulgente. En el tipo básico de blog “literario”, enlaces lánguidos e ironía adolescente se combinan para asegurar el tedio. Típicamente, carece de reflexiones o intentos narrativos, aunque rebosa de amagos de ambas cosas. Pero si el blogger abúlico escribe así ¿qué pasa con los lúcidos, los talentosos?
Gonzalo Garcés